Capítulo 90 —¡CRACK!
Narrador:
El día terminó como una herida mal cerrada. Cleo cruzó el umbral del penthouse con los hombros caídos y la mente atiborrada de cosas que no sabía cómo ordenar. Conteniendo el impulso de gritar. No serviría de nada. No había nadie para escuchar. Se desnudó lentamente, como si el cuerpo le pesara más que de costumbre. Dejó la ropa tirada en el suelo del baño y se metió bajo la ducha, esperando que el agua le arrancara de encima la tensión, las preguntas, el perfume de Nerón que aún sentía pegado a la piel como un crimen que no cometió… o sí. Pero el agua no hizo nada. Solo acentuó el vacío. Cuando salió, se secó sin apuro y se puso ropa cómoda: un pantalón de algodón, una camiseta vieja, cabello húmedo recogido en un moño desordenado. Quería hacer algo físico, automático, lo que fuera para dejar de pensar. Así que fue directo al lavadero. Cargó la ropa en el tambor, una prenda tras otra, hasta que tomó el pantalón del día. El mismo que llevaba en la oficina