Capítulo 88 —Tarjeta magnética
Narrador:
Ella queda helada. La botella de cerveza aún está en su mano, pero ni siquiera se da cuenta. Lo único que siente es cómo el corazón le galopa en el pecho y el estómago se le retuerce. Tiene a Nerón a menos de dos metros, de pie frente a ella, y lo último que esperaba; o quizá lo que más temía; era tenerlo allí, de nuevo, en su espacio, en su caos, en su noche rota.
—¿Quieres algo de tomar? —pregunta con una voz que no le parece propia— ¿O comer, tal vez? Hay pizza, bueno, no, en realidad se la llevó Lía, pero puedo hacerte algo de comer si quieres… y hay cerveza fría, eso sí. O puedo preparar un té. Aunque no creo que te guste el té. No sé por qué dije eso. Lo siento, es que… —suelta una risa nerviosa —No te esperaba. —Él no responde. Solo la mira. —Perdón por lo de Lia. Sé que no debía dejar que viniera. Dijiste que no podía traer a nadie al penthouse y tieness razón, es tuyo. Es tu espacio. No tengo derecho. Fue una imprudencia. Me sentí sola