Capítulo 66 —Los pecados de otros
Narrador:
La puerta se cerró detrás de Cleo, dejando un vacío denso en la oficina. Nerón no la siguió. No aún. Giró lentamente hacia Marianne, con el ceño fruncido y los ojos oscuros de una rabia que no gritaba, pero que ardía bajo control.
—¿Y a ti qué carajos te pasa? —dijo con voz grave, sin subir el tono, pero con una firmeza que estremecía —No tenías por qué humillarla así.
Marianne alzó una ceja, como si no entendiera la magnitud de lo que acababa de hacer.
—¿Humillarla? Solo dije la verdad. Es la hija de la sirvienta, Nerón. ¿O ya lo olvidaste?
—Eso no te da derecho a tratarla así —murmuró él, acercándose un paso —Ella no eligió cómo nació. Y tú lo sabes.
—¿Sabes lo que hizo mi padre? —disparó Marianne con veneno en la voz —Ni esperó a que mi madre se enfriara en la tumba para acostarse con esa mujer... con la criada. Y ahora esa hija bastarda, porque lo, es aunque lleve su apellido, está aquí, vestida de oficina, creyéndose parte de nuestro mun