Capítulo 55 —No soy un hombre fácil
Narrador:
El viento silbaba entre los árboles con más fuerza que la noche anterior. La lluvia golpeaba los ventanales con violencia rítmica, como si quisiera abrirse paso dentro de la finca. Pero, pese al caos afuera, adentro todo era tibio, suave… casi idílico. Nerón fue el primero en despertar. Se quedó unos minutos observando a Cleo, aún dormida entre las mantas, con los labios entreabiertos y el rostro sereno. La chimenea seguía encendida, aunque ya más tenue, y para su sorpresa, una luz artificial comenzaba a filtrarse por las lámparas del salón. Se incorporó sin hacer ruido, se puso la camiseta y caminó descalzo hacia la cocina. El generador debía haberse activado automáticamente al amanecer. Aprovechó el momento y preparó un desayuno improvisado: café fuerte, pan tostado con miel, algo de fruta y un par de cosas calientes que encontró en la alacena. Volvió con la bandeja y se arrodilló a su lado.
—Buenos días —murmuró junto a su oído, antes d