El descanso de cuarenta minutos entre clases era apenas suficiente para respirar, pero en la ruidosa cafetería de la universidad, Aline y Nant habían logrado acaparar una mesa lejos de la fila de las copias. Aline, quien debería haber estado repasando apuntes, había aprovechado el tiempo para hacer "llamadas importantes" y ahora miraba a su compañera con ojos brillantes, ignorando el sándwich envuelto en plástico sobre la mesa.
—Nant, te lo juro, mi fuente es sólida —susurró Aline, inclinándose sobre la mesa llena de libros de texto—. Viktor Korályov no solo está tanteando; quiere fusionar KORALVEGA con CIRSA.
Aline soltó una risita nerviosa y comenzó a jugar con los nombres, moviendo las manos en el aire como si estuviera diseñando un logotipo imaginario sobre sus cuadernos.
—Imagínatelo: ¿CIRSA | KORALVEGA? Suena muy largo. ¿O quizás... CIRSA–KORALVEGA? —Hizo una mueca de disgusto y luego chasqueó los dedos—. ¡Ya sé! Algo más pretencioso: KÓRION GROUP.
Nant, que bebía su café descaf