48

El abrazo, tan repentino y genuino, pronto comenzó a sentirse extraño, casi ardiente, para Miranda.

Se separó del cuerpo de Alec y se alejó lo más rápido posible.

Él se quedó paralizado, reflexionando sobre lo que acababa de hacer. Fue un acto impulsivo, sí, pero no podía negar lo genuino. Lo había hecho al verla sufrir de ese modo, y también porque, casi una hora antes, una verdad impactante había sido revelada. Aquello que había estado oculto en lo más profundo de su mente había regresado de golpe, confundiéndolo, pero sintiéndose más real que nunca. Sintió la magnitud del engaño.

Dos horas antes...

Alec se despidió de su amigo Zamir.

—Lo mejor será que me vaya ya. Se está haciendo un poco tarde y no voy a beber más, no quiero embriagarme a raudales.

—Por fin estás siendo razonable —sonrió Zamir—. Yo también me iré a casa.

—¿De verdad te irás a casa tan rápido? Conociéndote, si te cruzas a una mujer al salir cambiarás de opinión y terminarás yéndote con ella a algún otro siti
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP