Capítulo siete. Devuélveme a mi mamá.
Rowan ya no podía ignorar el conflicto que lo corroía por dentro. No lograba sacarse la imagen de Lyra huyendo, ni la expresión de Kael cuando se quedó solo junto al fuego. Algo oscuro se removía en sus entrañas. No confiaba en ella. Y al mismo tiempo, tampoco podía dejar de pensar en ella.
Esa contradicción lo estaba consumiendo.
No buscó el permiso de nadie. Solo se llevó un caballo, su arco, y se internó en las colinas boscosas que rodeaban el castillo. Allí, según los registros del consejo, vivía la mujer antes de llegar malherida al límite sur del territorio.
"Tal vez haya algo allí. Una pista. Cualquier cosa que la conecte con Serena. O con nuestros enemigos."
Los árboles crujían a su paso. El aire tenía ese aroma húmedo a tierra mojada y corteza viva. Tras horas de cabalgata, encontró lo que parecía una vieja cabaña de piedra, medio camuflada por las raíces de un roble gigante. No había señales de vida… al principio.
Descendió de su caballo