Capítulo Trece. Bajo el reflejo de la Luna
La noche en el castillo se sentía cargada, como si la propia piedra respirara con esfuerzo. Algo había cambiado desde el ataque en la frontera. El aire era más espeso. Las sombras, más largas.
Kael caminaba por los pasillos con paso firme, pero dentro de él todo era caos. Cada vez que veía a Lyra con Liam, cada vez que oía su risa apagada o la forma en que lo miraba sin saber por qué dolía… sentía que se rompía por dentro.
Y sin embargo, también la deseaba.
La buscó. La encontró sentada junto a Liam, que dormía abrazado a su lobo de peluche.
—Gracias por quedarte —dijo él en voz baja, sin querer despertar al niño.
—No podía dormir.
Kael se sentó a su lado, más cerca de lo necesario.
—¿Sueñas con él?
—¿Con quién?
—Con el que fuiste antes de esto. El que eras antes de llamarte Lyra.
Ella lo miró. En sus ojos había miedo. Pero también... algo que pedía no estar sola.
—A veces. Y tengo miedo de lo que pueda encontrar si sigo soñando.
Kael extendi