La tensión estaba entre nosotros porque él me atormentaba con su aura y esa mirada que tiene, así que comí en silencio y tratando de evitarlo lo más posible.
—buenas tardes, Iván, tiempo sin verte, ¿cuándo vas al club?
—las fulminé con la mirada, primero por tomarse el atrevimiento de acercarse a nuestra mesa y segundo por ignorar a Mia —buenas tardes, señoritas si mal no recuerdo esta es la primera vez que se toman el atrevimiento de acercarse a mi mesa y espero que sea la última ¡están interrumpiendo el almuerzo con mi prometida!
—disculpa, no habíamos notado que estabas acompañado.
—es absurdo que digas eso, si al entrar él las saludó con la cabeza y no han parado de vernos desde ese momento… ¡Espero que sea la última vez que devoran a mi prometido con la mirada! Estoy segura de que todas las personas en este lugar pudieron notar que todas ustedes pasaron por su cama.
—tenía muchas ganas de reírme por lo que había dicho Mia, pero mantuve mi postura sería para que ellas se marcharan