Hoy le daría una sorpresa a mi esposa, había alquilado una cabaña la cual decoraría con pétalos de rosas, allí tendríamos un fin de semana romántico. Estaba aprovechando que ella había estado de guardia día y noche porque ahora que comparte tanto tiempo conmigo en la empresa se sabe perfectamente mis horarios, no podría inventarle una excusa para desaparecer.
—estaba agotada, pero todos los pacientes estaban atendidos, así que pude ir a descansar tres horas antes de irme a casa… Cuando desperté me di una ducha y salí encontrando como siempre a mi esposo esperando por mí.
—Buenos días, criaturas ¿Qué tal tu guardia?
—al principio muy agotador, pero luego las cosas se calmaron y puede dormir algunas horas, ¿cómo estuvo tu día amor?
—bien princesa, ya todo está marchando, solo nos queda esperar los resultados de las excavaciones. Comencé a manejar y no pasó mucho tiempo cuando ella se quedó dormida. Eso me permitió conducir hasta la cabaña sin que se diera cuenta, manejé alrededor de 2 h