Los días han transcurrido y con ello llegó la rutina que hemos creado mi esposo y yo, en medio de toda esta tempestad, como aún no se solucionan los problemas de la empresa. Ambos hemos estado trabajando muy duro, yo por mi parte he dejado de hacer guardias de noche para poder compartir con Iván, así que a salir del trabajo voy a casa hago algo de comer y me voy a la empresa… Poco a poco ha ido aprendiendo sobre el manejo y me parece algo nuevo y emocionante, aunque soy una persona ajena a las matemáticas, me he enamorado de lo que es la administración. Eso cada día nos ha ido uniendo más y solemos dormir juntos aquí, ya que él no se atreve a dejar el tema de las excavaciones en manos de nadie más y solo hay dos opciones, duerme aquí o viaja a Egipto y me deja completamente sola cosa que él no desea y yo mucho menos.
—mi amor, ya vamos a cumplir nuestro primer mes de casados.
—así es ¡qué rápido pasa el tiempo!
—¿cuándo crees que podamos volver a casa? No es normal que unos recién cas