Él no me había respondido, pero por lo menos había podido contarle un pedacito de lo que había sucedido, por qué me parece importante que él supiera que mi estado civil era soltera y no divorciada. También porque sentía la necesidad de confirmarle que nunca había tenido intimidad con Javier, aunque en realidad no había tenido intimidad con nadie más que con él.
—llegamos a casa de mis padres y le indiqué a Caro que entrara, mientras ayudaba a los empleados a bajar las compras.
—entro a la casa y me sentía muy incómoda porque seguía bajo la atenta mirada de los padres de Emmanuel y de sus tres hermanos, los cuales eran dos hombres y una chica más pequeña, cálculo de unos 16 años, quizás.
—gracias a Dios que llegaron, estaba preocupada porque le di el último biberón al bebé.
—Sí, yo también venía apresurada, por eso necesito que por favor me preste su cocina para prepararme algo de comer.
—por lo menos cuidas tu alimentación, ya que de eso depende la salud de mi nieto.
—es cierto qu