Daniela fue llevada por la fuerza por Mauro a un gran hotel.Daniela intentaba liberarse de Mauro.
—Mauro, suéltame. No importa adónde quieras llevarme, ¡no quiero ir!
Mauro sonrió con frialdad.
—Daniela, ¿a qué le tienes tanto miedo?
—No tengo miedo —respondió Daniela—. Confío en Diego. Cuando eliges a una persona, debes confiar en ella y no sospechar de ella. ¡Confío en que Diego no se casaría con otra persona!
—Daniela, eres realmente estúpida. Diego está aprovechándose de tu confianza, utilizando tu tolerancia incondicional y tu ingenuidad para engañarte. Está jugando a dos bandas, ¡es un canalla que juega con los sentimientos de las mujeres!
—¡Cállate, Mauro! ¡No te permito que insultes a mi novio! ¡Es mi hombre y nadie puede insultarlo!
—¿Diego es tu hombre? —La mirada de Mauro se posó en Daniela, examinándola de arriba abajo—. ¿Qué quieres decir, Daniela? ¿Tú y Diego han tenido relaciones?
Daniela le lanzó una mirada fulminante.
—¿Por qué te importa tanto? ¡No es asunto tuyo!
Dan