Héctor, viendo la determinación en los ojos de Luciana, cedió: —Está bien. Si es lo que mi hija quiere, también es lo que me complace a mí. No te preocupes, Mateo se casará contigo.
—¿De verdad? Pero veo que Mateo ahora no quiere casarse conmigo.
Héctor respondió: —El compromiso entre nuestras familias no depende solo de Mateo. Los Figueroa de Costa Enigma definitivamente no le permitirán casarse con otra persona. El título de señora Figueroa te pertenece.
Los ojos de Luciana se iluminaron: —Eso es maravilloso, gracias papá.
Catalina aprovechó la oportunidad: —Señor Celemín, veo que el señor Figueroa realmente está enamorado de Valentina. Para estar seguros, creo que deberíamos tomar medidas.
Héctor lo pensó un momento: —Llamaré a la madre de Mateo. Si Katerina se entera de la existencia de Valentina...
Héctor no terminó la frase, pero Luciana y Catalina ya habían entendido.
Si Katerina supiera de la existencia de Valentina, si supiera que era Valentina quien obstaculizaba el acuerdo m