Capítulo 48 —Que escuchen
Narrador:
Valeria se movió sobre él una vez. Una sola. Y Luigi perdió el aire. Ella lo sintió. Ese temblor profundo en su cuerpo, esa reacción que no podía ocultarle aunque quisiera. Le encantó, la volvió loca.
—Lu… —murmuró ella, ya sin voz.
Él le tomó la nuca, la atrajo a su boca y la besó con una voracidad que casi la quiebra. No era romántico, no era suave, era necesidad pura, era él diciéndole así te quiero.
—No pares —le pidió él, con la voz ronca, oscura, completamente entregado.
Valeria volvió a moverse. Lento, profundo, hundiendo la respiración en su cuello.
El sonido que él hizo fue casi un gruñido.
Ella apoyó las manos en su pecho para tener más control y le arqueó la cadera sin pensarlo. El jet entero pareció encogerse en ese instante. Luigi la tomó de las caderas con ambas manos, guiándola, ayudándola, incitándole el movimiento.
—Así, Val… así… —le murmuró, respirándole la boca —No pares, no pares nunca.
Valeria sabía que la puerta de la cabina es