Capítulo 123 —El héroe de la semana
Narrador:
Mateo estaba afuera del galpón, apoyado contra una de las paredes de chapa, con el arma colgándole relajada de la mano. El puerto estaba en silencio, roto apenas por el sonido del agua y algún motor lejano. Adentro, Alejandro Noya seguía amarrado. Ya no era una amenaza. Ahora era tiempo.
Sacó el teléfono y llamó. Dinorah atendió casi de inmediato.
—¿Cómo salió todo? —preguntó, sin rodeos.
Mateo exhaló despacio.
—Bien. Ya lo tenemos. Está bajo custodia. — Hizo una pausa. —Ahora solo estamos esperando a Luigi.
Dinorah guardó silencio un segundo.
—No me mientas —dijo —¿Estás herido?
Mateo sonrió, cansado, mirando el suelo.
—Solo en el corazón —respondió —Porque te extraño.
—No seas cursi —le dijo ella, aunque se le escapó una risa.
—No puedo evitarlo —contestó él —Estuve a punto de morir hoy, tengo derecho.
Dinorah suspiró.
—Mateo…
Se acomodó mejor contra la pared y continuó, con un tono más serio pero tranquilo.
—Escuchame… ve hablando con tu