El Peligro de Amarte

El Peligro de AmarteES

Romántica
Flor M. Urdaneta  Completo
goodnovel16goodnovel
10
6 Reseñas
82Capítulos
8.9Kleídos
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Añadido
Resumen
Índice

Llevaba una vida normal, rutinaria, transcurría entre atender a mi padre, trabajar en el taller y salir con mis amigas algunos fines de semana. Pero todo cambió cuando Noah apareció delante de mí, con su metro ochenta y cinco de perfección, sus penetrantes ojos celestes y esa capacidad asombrosa de hacerme perder la cordura. Noah era la fruta prohibida del Edén, su tacto era adictivo, sus besos apasionados, y aunque intenté alejarme, renunciar a lo que sentía cuando estaba con él, no pude; se metió bajo mi piel, tomó mi corazón y luego, cruelmente, me lo arrebató.

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Patricia Romero
Gracias por regalarnos una excelente historia. Me encantó ...
2022-03-05 00:56:15
1
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Yany Gatitos
una historia diferente, muy buena que te atrapa desde un principio, llena de muchas emociones.
2022-02-24 05:09:35
2
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Rosa Brazzini
excelente,sigue escribiendo
2021-11-29 15:09:19
2
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kassfinol
Una historia muy bonita, intensa. Me gustó muchísimo.
2021-07-29 06:38:15
1
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Bet Alifanow
Me encanta la historia. Muy bien trabajado los personajes. Emoción a tanto que no puedes parar de leer.
2021-07-21 06:28:18
4
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Rossi Urdaneta
Hermosa Historia
2021-07-06 10:41:24
5
82 chapters
Capítulo 1
Esa mañana no parecía diferente a las anteriores, todo transcurrió de la misma forma, me levanté a las seis de la mañana, tomé una ducha, me puse unos pantalones cortos, una camiseta y mis botas de montaña; bajé las escaleras y saludé a papá con un beso en el costado de su cabeza, estaba sentado en una silla frente a la mesa del comedor de la cocina leyendo la prensa. Hice café, preparé el desayuno –huevos, tocino y pan tostado– y serví todo en dos platos. Desde que mamá murió, a causa de una afección cardíaca cuando yo tenía ocho años, esa había sido nuestra rutina, con la diferencia de que antes él cocinaba para mí, y en lugar de ir a trabajar, asistía a la escuela. Pero las cosas habían cambiado mucho en los últimos años. —Gracias, cariño —dijo mi padre con un guiño y luego comenzó a comer. Papá no lo notó, pero mis ojos se quedaron sobre él por varios minutos, apreciando con nostalgia que se hacía cada vez mayor. Él siempre fue un hombre fuerte,
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Capítulo 2
Mi corazón seguía agitado cuando me encontré con papá en la entrada de nuestra casa. Él me miraba con preocupación y expectativa a la vez. Esperaba que le diera una explicación de lo que estaba pasando en ese garaje, pero no sabía qué saldría de mis labios cuando comenzara a hablar. Me tomó un par de minutos articular palabra, la extraña experiencia que viví con Noah me desestabilizó de tal forma que era incapaz de hilar mis pensamientos.Miente, Audrey. No digas la verdad, dije en mi cabeza para no meter la pata hasta el fondo. Si papá se enteraba de lo que él me había hecho, iría por su rifle y mataría a Noah sin dudar, o fallaría, dada la condición de sus manos, pero sabía que lo intentaría.—Pretendía ayudar al tipo del frente con su auto. Tiene un Ford Torino del 72 —di
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Capítulo 3
Una vez más, la ira se apoderó de mí y las ganas de robarle su arrogancia con eficaces puñetazos en el rostro recorrió mis venas, pero si lo hacía tendría que explicarle a mi padre porqué hice sangrar a Noah y a qué se debía mi furia, preguntas que odiaría tener que contestar.Caminé detrás de él, pisoteando fuerte el suelo con cada paso que daba, y sintiendo cómo la ira aumentaba con cada segundo que transcurría. Ese idiota me sacaba de mis casillas. Cuando llegamos a la planta baja, el visitante indeseable se dirigió hacia la cocina y abrió el refrigerador como si fuera suyo.—¿Qué crees que haces?—Lo que tu padre me pidió, muñeca—dijo en tono burlón mientras mantenía su cabeza metida en el refrigerador—. Aquí está —cerró la p
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Capítulo 4
Su descaro era tan grande como su ego, pero él no sabía a quién se estaba enfrentando. En West no solo me conocían como una ruda mecánica, también por mi testarudez ante un reto, y Noah Cohen acababa de agitar el banderín bicolor, anunciando el inicio de una carrera en la que yo sería la vencedora. Nadie tomaba mi cuerpo sin ganarse primero mi corazón… y ese ya tenía dueño.¿Y por qué dejaste que te besara?, acusó la voz de mi razón.Porque fui débil, pero nunca más permitiré que Noah me toque ni un pelo, Aarón no se lo merece. Y hasta esos pensamientos calienta bragas que surgen cuando lo tengo cerca quedan prohibidos a partir de ahora, me dije con determinación. Tenía que construir un muro alto entre ese hombre y yo.Cuando logré retomar el control de mis emociones, ya que el jodido d
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Capítulo 5
 —¡Mierda! —murmuré cuando salí al pórtico y vi mi Ford frente a la casa de Noah. Tenía que ir por ella para poder marcharme.¿Pero quién me mandó a dármelas de buenas e intentar “ayudarlo”? Debí seguir mi camino, me hubiera ahorrado un montón de eventos desafortunados. Pero no, tuve que ir derechito a la cueva del lobo, uno que no tenía garras ni colmillos, pero de quien sin duda debía mantenerme alejada. Bien, él no está por ahí, puedo cruzar rápido la calle, subirme a la camioneta y conducir al taller, como debí hacer esta mañana. Bajé los tres escalones de la entrada y comencé a caminar a las andadas hacia mi auto, con los ojos fijos en su color rojo que relucía con los rayos del sol. Estaba a tres metros de la puerta cuando escuché su
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Capítulo 6
Noah no dijo nada más, tampoco me siguió o me impidió salir. Me subí a mi auto y lo puse en marcha enseguida para ir al taller. No quedaba lejos de casa, a menos de tres kilómetros, y justo en la zona más comercial de la ciudad. En menos de diez minutos, estacionaba mi auto en mi puesto habitual en el taller, al lado del viejo Jeep de Manuel –uno de los mecánicos, quien se encargaba de todo si yo no podía llegar–. Como era mi costumbre, alcé la mirada hacia las letras Taller Gunnar´s pintadas en amarillo pollito –que colgaban desde lo alto del techo triangular del viejo almacén que papá transformó en un taller, treinta años atrás– y sonreí. Mi padre amaba esas letras, verlas lo trasladaba al pasado, al día que inauguró el taller junto a mi madre. Ella fue su pilar, su motivación, la voz que decía a diario
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Capítulo 7
—¿Dónde es la fiesta? —bromeó papá cuando bajé las escaleras. Vestía jeans ajustados, un top amarillo sin tirantes y botines marrones. Un look casual, nada extravagante como para que pensara que iba a una fiesta.—Solo voy a Holly´s.—Pero te hiciste rulos en el cabello y te maquillaste —replicó con el mismo tono socarrón.—No es la primera vez.—Es la primera vez en un año, muñeca —sonrió.¿Era cierto? ¿Había pasado tanto desde la última vez que me arreglé para salir? Mierda, creo que sí. ¿Por qué lo hice? ¿Tenía algo que ver Noah en esto? De nuevo, la respuesta fue sí. Pero no lo hice a conciencia, solo me duché, saqué la ropa y comencé a vestirme. Luego me miré en el espejo y decidí trabaja
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Capítulo 8
Una mezcla de felicidad y ansia se apoderó de mí de manera contundente conforme pasaban los segundos. La emoción recorrió mis venas como adrenalina pura, y el deseo se estableció en mis terminaciones nerviosas al notar aquellos ojos claros sobre cada tramo de mi cuerpo, como si me desnudaran. Ambas sensaciones escapaban de mi control. Y tan incorrectas como eran, debido a que tenía una relación significativa con un hombre que me quería, no podía empujarlas fuera de mí como debía. Incluso, deseaba más de lo que estaba experimentando. Mi cuerpo codiciaba su tacto, lo había anhelado desde la última vez que sus manos recorrieron una parte de mi piel.—¡Ay, Dios! Viene para acá —gritó Cris por encima de la música, emocionada. Parecía que era a ella a quién había besado Noah y no a mí.—Vamos. —Tom&ea
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Capítulo 9
Una mezcla de felicidad y ansia se apoderó de mí de manera contundente conforme pasaban los segundos. La emoción recorrió mis venas como adrenalina pura, y el deseo se estableció en mis terminaciones nerviosas al notar aquellos ojos claros sobre cada tramo de mi cuerpo, como si me desnudaran. Ambas sensaciones escapaban de mi control. Y tan incorrectas como eran, debido a que tenía una relación significativa con un hombre que me quería, no podía empujarlas fuera de mí como debía. Incluso, deseaba más de lo que estaba experimentando. Mi cuerpo codiciaba su tacto, lo había anhelado desde la última vez que sus manos recorrieron una parte de mi piel.—¡Ay, Dios! Viene para acá —gritó Cris por encima de la música, emocionada. Parecía que era a ella a quién había besado Noah y no a mí.—Vamos. —Tom&ea
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Capítulo 10
Luego de un montón de maldiciones lanzadas al aire en contra del imbécil de Noah, volví al interior del bar con la intención de despedirme de las chicas antes de largarme a mi casa. Mi humor no iba a mejorar esa noche por mucho alcohol que tomara y tampoco estaba de ánimo para hablar con nadie.—¡Aquí estás! Ya iba a ir por ti. Olive me tenía verde de lo que insistió para que fuera a comprobarte, pero no quería interrumpir nada. Además, tú sabes defenderte bien ¿verdad? Ese tipo no sería capaz de dañarte ¿o sí? —Cris no paró de hablar ni para respirar. Debió haber tomado muchos chupitos mientras estuve fuera con el idiota de mi vecino y ahora tendría que arrastrar su trasero borracho hasta su casa. Ella no tenía estómago para las bebidas y siempre terminaba como una cuba si nadie la controlaba.&mdas
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