¿Quién dijo que el dinero compra la felicidad? Esa es la pregunta que Aren se hace todo el tiempo después de que la mujer de su vida lo dejara en el altar. Él lo tiene todo, o al menos eso que la gente dice que el dinero es todo en la vida. Tiene riqueza gracias a sus empresas relacionadas a la industria automotriz, un privilegiado estatus social, y una apariencia física que es la envidia de muchos. Sin embargo, eso no evita que sea llamado un “perdedor”, después de todo, le faltaba lo más importante para muchos; alguien que lo ame por lo que es y no por lo que tiene. El constante señalamiento de la sociedad y los medios de comunicación, hacen que Aren deje de ser el hombre estratégico que fue siempre para tomar decisiones, y se pierda el control de todo. Su mente se nubla de tal manera, que, dejando todos sus principios a un lado, él decide comprar el amor por llamarlo de alguna manera. Si bien su decisión está fuera de sus principios, su desesperación no llega al punto de hacer que meta a una completa extraña a su vida, sino que a una mujer que él conoce muy bien y puede beneficiarse de esta oferta que él tiene para hacerle. Esa “afortunada” es Haizea, una joven empresaria que busca ser parte del mundo en el que se mueve Aren, y no lo consigue por no tener un apellido que avale su estatus social y económico. Necesitándose mutuamente por motivos diferentes, ambos armaran un teatro para convencer al mundo de que Aren no es un perdedor, y que Haizea es la joven promesa en un mundo de negocios lleno de prejuicios, pero ¿Qué pasara después? ¿Será esto acaso un trato con fecha de vencimiento?
Leer más[AREN]¿Acaso es posible que el mundo desaparezca completamente cuando la veo entrar a este salón? Definitivamente no contemple esta opción cuando planificamos la boda, y es que tal vez estaba distraído en otros asuntos. Lo único que sé en estos momentos es que mi cara de idiota enamorado debe estar convirtiéndose en un gran recuerdo para todos los presentes que están tomando fotografías de este momento.Ella se ve deslumbrante con ese vestido color marfil que desafía los estándares de las bodas. Su silueta se delinea en la parte superior del vestido sin tirantes y se vuelve un poco más amplia en la parte inferior, algo que ayuda a esconder la forma en la que nuestros hijos transforman su cuerpo. La pedrería bordada en la tela desata destellos a causa del reflejo de las luces, pero son sus ojos los que brillan más que nunca. Me pierdo en su mirada, en la forma que luce su cabello con ese peinado recogido, pero sobre todo en la manera que ella me sonríe cuando se acerca a mí. Su padre
[AREN]Al día siguiente: 21 de septiembreLa primera vez que me case con ella todo fue muy frívolo, pero es que yo no era yo… estaba destruido por dentro y ella de cierta manera también lo estaba. Sien embargo, ahora todo es distinto… me miro al espejo mientras termino de colocarme el esmoquin y noto esta enorme sonrisa que ella genera en mí.—¡Amigo! ¡Pero que elegante luces! —exclama Lucas acercándose a mí.—Gracias, no sabes lo nervioso que estoy —digo con sinceridad.—¿Nervioso? —intercede Alex quien también se acerca a nosotros—. Pero ¿si te estas volviendo a casar con Haizea? —menciona con un tono burlón mientras lleva una de sus manos sobre mi hombro.—Saben muy bien como se ha dado la primera vez, esta es la que cuenta, la que nosotros queremos —comento y me dan una palmada.—Eso sí, aunque ya has comido el buffet completo antes de la boda —se burlan.—Oigan, más respeto es mi futura esposa y madre de mis hijos de la que están hablando —señalo y respiro profundo.—Sabes que es
[AREN]Dos semanas después: 20 de septiembreTodavía no lo puedo creer mañana Haizea y yo estaremos casándonos nuevamente. El camino no ha sido nada fácil, pero aquí estamos disfrutando de una exquisita cena en el jardín mientras despedimos nuestra temporal soltería.La observo y muero de amor con cada detalle suyo, sobre con esa barriga que cada día se evidencia un poco más. Ella esta feliz, no solo por nuestra boda, sino porque el juicio ya ha concluido liberándonos de todas aquellas acusaciones, y también por todo lo que esta pasando en la empresa. Me encanta verla tan involucrada y desarrollándose como la profesional que es, me hace sentir demasiado orgulloso.—Te ves hermosa —digo de repente y sonríe.—Esto de la boda te tiene muy romántico, ¿no? —bromea haciéndome reír.—Digamos que me siento muy orgulloso de compartir mi vida con una mujer única como tu —me defiendo y alzo mi copa—. ¿Brindamos por nuestra ultima noche de solteros? —propongo sin dejar de verla a los ojos.Ella e
[AREN]Una semana después: 6 de septiembreLas cosas de a poco han ido tomando su rumbo, las pruebas presentadas durante el juicio han limpiado por completo mi nombre haciendo que todo vuelve a la tranquilidad. Por otra parte, el plan de Haizea para producir las partes en la fabrica esta marchando de maravilla y eso hará que las ganancias remonten para así seguir creciendo.A pesar de todo lo que esta pasando en el trabajo y con el caso, nada de todo eso pareciera tener relevancia para mi cuando lo único que tengo en mi cabeza es a ella, nuestros hijos y poder volver a casarnos lo antes posible. Sé muy bien que ha tenido que contratar a una planeadora de bodas para que le ayudara a tener todo listo con la prisa que queremos, pero para mi aun todo sigue dándose muy lentamente. No veo la hora de estar nuevamente casado con ella, de que todo esto que comenzó como un simple trato, ahora se formalice de la manera que debió hacerse siempre. Me imagino los días que vendrán a su lado y no de
[AREN]No sé si es la euforia del reencuentro o la hermosa noticia de que tendremos dos bebés lo que nos tiene así. Lo único que sé es que entramos a la casa en medio de una guerra de besos que por momentos nos deja sin aire.—Me alegra mucho que no haya nadie en la casa —dice en una breve pausa.Sonrió sobre su boca y vuelvo a atacar mientras que mis manos se enredan en su cabello evitando que su cabeza se golpee con la pared que hay detrás suyo.—A mí también me alegra —replico y llevo una de mis manos al final de su vestido para comenzar a levantarlo con urgencia.—Te extrañaba tanto… —habla entrecortado y muerde mi labio inferior.—Y yo a ti… —menciono y en medio de esta deliciosa guerra de besos la levanto en el aire para que enrede sus piernas en mi cintura—. Te amo con locura —digo agitado y sonríe.—Yo te amo mucho más —rebate y en nuestro camino hacia el cuarto algunas de mis prendas desaparecen a causa de sus sensuales y traviesas manos.Las palabras sobran cuando son nuestr
[AREN]Dos días después: 30 de agostoEl tiempo muchas veces pareciera estar en mi contra, para algunas cosas pasa rápidamente, y para otras pareciera que la agujas no se mueven más. Lo que sí se puede decir de estos últimos dos días es que finalmente esta pesadilla esta llegando a su fin. El juicio ha empezado ayer y avanza a paso firme hacia la sentencia que promete ser justa a los crímenes cometidos. Mientras tanto, yo me estoy enfocando en lo que debo; en los negocios y mi familia.Leer la propuesta de Haizea me ha abierto los ojos a la posibilidad de hacer que la empresa vuelva mucho más fuerte que antes. Ella no se da por vencida con sus ideas y eso me encanta. Entre nuestras conversaciones subidas de tono, hemos conseguido enfriar la mente por momentos y hablar de los negocios, algo de lo que por supuesto quiero que ella forme parte.—Señor Aren, ¿esta seguro que no quiere que yo lo lleve al aeropuerto? —me pregunta amablemente Noel y vuelvo a negar con la cabeza mientras que m
[AREN]Cuanto más leo el reporte de la propuesta de Haizea, más orgulloso me siento de ella. De verdad que he tenido mucha suerte al encontrarme con una mujer como ella. No solo es hermosa, sino que también es la mujer más inteligente que he conocido. Sinceramente enamorarme de alguien como ella es lo más increíble que pudo haberme pasado. Es muy tarde para llamarla ahora, y entiendo que a pesar de mi emoción debo dejarla descansar. «Mañana hablaras con ella» me aliento a mi mismo mientras que apago la computadora para después irme a la habitación y alistarme para ir a dormir.[…]Quisiera que esto fuera más fácil, que con solo apoyar mi cabeza sobre la almohada pudiera quedarme dormido y ya, pero no es así. Nuevamente mi mente me juega en contra y comienza a pensar en mil cosas a la vez, todas de ellas causándome insomnio. Doy vueltas y vueltas en la cama, pero simplemente no consigo dormirme.Vuelvo a encender la lampara de noche y tomo mi celular con la intensión de distraerme un
[AREN]Tres días después: 28 de agostoLa soledad en esta casa pesa demasiado, sobre todo cuando en las noticias no dejan de hablar de lo que ha sucedido. Las imágenes en los canales de noticias pasan una y otra vez a mi empresa, la gente que pasa por allí, mi fotografía, y todo lo que pasa a su alrededor, eso sin contar los videos que se filtraron de algunas de las pruebas que se presentaron a la justicia.No me apetece salir de la casa, y es que hacerlo significaría enfrentar a la prensa, dar notas acerca de lo que esta sucediendo y todo eso. Sinceramente, lo único que quiero es estar con ella, pero todavía faltan varias horas para que aterrice su vuelo.No puedo entender como fue que llegue a estar en esta tormenta, ¿Cómo es posible que no me diera cuenta de lo que estaba sucediendo? Lorena sin duda alguna fue mi peor error. Ella me encegueció, fue quien oculto muchísimas cosas y también fue cómplice de quienes querían hundirme. No dejo de culparme por los errores que he cometido,
[AREN]Estoy abatido por el cambio de hora, pero en estos momentos no hay cansancio que valga, quiero y necesito terminar con toda esta pesadilla lo antes posible. Entro al edificio donde me ha citado Miguel y al llegar a la recepción no hace falta ni siquiera que me presente cuando la mujer me indica el piso y número de oficina a la que debo ir.Me siento extraño, el lugar está lleno de gente que va y viene de diferentes áreas y parecieran conocerme ante la forma en que me observan. En el fondo trato de que esto no me afecte, y es que supongo que después de todo el revuelo que se formó, esto será un poco más común.—Aren, bienvenido —escucho de repente y al voltear veo a Miguel.—Hola, justamente estaba buscando la oficina que me dijeron —comento.—Siempre le dicen que vayan ahí, pero yo nunca estoy en esa oficina, ven por aquí por favor —me pide con ese humor tan particular que lo caracteriza.—Si tú lo dices… —pronuncio siguiendo sus pasos.Me llama la atención que volvamos a subir