Aimara es la única heredera de la empresa G/G Tecnología, pero lo único que quiere es sumergirse en pinturas, arte y su proyecto personal. Un peligro la asecha y su padre no tiene más opción que casarla con su rival, doblegando su orgullo. George es un empresario respetado pese a su corta edad. Un secreto hacen de su vida un desafío y más cuando se ve envuelto en un acuerdo tentador donde tendrá que ser niñero de una chica rica, de la que termina teniendo sentimiento contradictorios. ¿Ambos estarán dispuestos a desafiar las leyes?
Ler maisChris aprieta la hoja en su puño, arrugándola, haciéndola bolas, queriendo estar frente de él y matarlo. Reconoce que después de todo su madre tenía razón, dejarlo con vida era su mayor error, una vez más el peligro los acecha, pero principalmente a su hija.
«Debo hacer algo, no puedo permitir que Aimara caiga en su red, nunca me lo perdonaría»
Está tan sumergido en sus pensamientos que no escucha cuando Greta, su secretaria, entra a la oficina.
—Buenos días, señor, ya todo está dispuesto para que se encuentre en el restaurante con el cliente, está hecha la reservación y su chofer lo espera abajo —le informa.
—Gracias, Greta.
Agarra sus cosas y sale de su oficina para encontrarse con el cliente, aunque en ese momento lo único que quisiera hacer es correr hacia dónde está su hija y encerrarla en algún sitio donde Robert nunca pueda llegar a ella, pero sabe que eso es imposible, por lo que tendrá que buscar otra estrategia.
Luego de dos horas de intentar negociar con su cliente para que acepte su propuesta, tiene un nuevo contrato firmado, lo guarda en su maletín viendo la hora, su hija debe estar por llegar, han quedado en almorzar juntos.
—Vaya, vaya, pero miren a quién tenemos aquí, el hombre cuya empresa ha quedado en segundo lugar nuevamente —George se acerca a él con una gran sonrisa en sus labios.
—Puedo comprender que te sientas orgulloso de eso, un hombre que nunca había ocupado ese lugar y que esta vez lo haya conseguido por segunda vez. Disfrútalo, porque te aseguro que te durará poco.
—Según las estadísticas, no es lo que parece que va a ocurrir, pero no te seguiré echando a perder el día.
Aimara entra al restaurante y a lo lejos ve a su padre conversando con su rival, quedando sorprendida, pero a medida que se acercan y ve que la conversación no es nada agradable, decide hacer de las suyas, hacerle sentir a su padre el momento por el que ella paso.
—Buenas tardes caballeros —sonríe coqueta hacia el rival, ofreciendo su mano el cual él recibe— es un gusto poder conocerte finalmente, nunca había tenido la oportunidad.
—El placer es todo mío —le sorprende un poco que la hija de su rival lo trate de esa forma, aunque la mirada de reojo que eventualmente le da su padre, le da una ligera idea del por qué lo hace, así que le sigue el juego—, espero que en otra oportunidad podamos encontrarnos y tomarnos un café, apuesto que tendríamos conversaciones interesantes.
—Me encantaría —saca una tarjeta de contacto y se la entrega—, llámame y podremos disponer de un día para ese café.
Chris los ve interactuar con molestia, pero sabe cuál es el objetivo de ella, por lo que se traga sus palabras esperando a que su hija deje de comportarse de forma infantil.
—Ahora me despido, que tenga un buen día señorita.
Aimara lo ve partir con una sonrisa de oreja a oreja, hasta deja escapar un suspiro mientras se sienta frente a su padre.
—Un hombre guapo, bien hecho, uno así me gustaría tener.
—Si sigues por ese rumbo, terminarás en un convento —La amenaza molesto.
Aimara suelta la carcajada al ver que ha logrado su objetivo, lo ha molestado, ahora no es solo ella la que tiene que tragar grueso y seguir riendo.
Al llegar a casa del trabajo, Chris sigue pensando en aquella carta y lo sucedido luego con su hija y, es entonces, cuando una idea cruza por su mente, aunque le resulta que es una total y completa locura.
Al poner en una balanza los pros y los contras, prefiere verla casada con su rival antes que en las manos de Robert haciéndole daño.
Le escribe a su asistente pidiéndole que concrete una cita con George Damon, además de pedirle que eso se mantenga en secreto, solo lo van a saber ellos tres.
A la mañana siguiente, en hora de la tarde, su secretaria le informa que el señor Damon tiene disponible para verse con él dentro de una hora y le pasa a su jefe el número de teléfono de George.
—Damon, tenemos que hablar —es lo primero que dice apenas le contesta la llamada.
—Después de la conversación que tuve con tu hija, no esperaba recibir ninguna otra sorpresa, pero este interés que tienes por conversar conmigo en privado, se lleva el premio.
—Te enviaré la dirección de un pequeño restaurante a las afueras de la ciudad. Se cauteloso en salir. Allá te lo explicaré todo.
—Solo espero que no estés planificando matarme, después de todo, soy tu mayor rival.
—Nunca me mancharía mis manos con tu sangre, de querer derrotarte, preferiría hacerlo en el ámbito profesional.
—Bien, nos vemos allá.
Una hora después, se encuentra en aquel restaurante, Chris es el primero en llegar y pocos minutos después George, sus escoltas personales se quedan a una distancia prudencial, dándole el espacio que requieren sus jefes para que haya conversación.
—La situación es esta, en mi familia hay un viejo enemigo que resulta que es el tío de mi madre y, esta vez, ha aparecido para amenazar a mi hija, por lo que necesito de tu ayuda para ocultarla.
—¿Qué ganaría yo con esto? —no le importa lo que pueda pasarle a su familia, solo lo que ganara con ello.
—10% en las acciones de mi empresa —le propone, sintiendo el sudor helado correr por la espalda.
—Es muy poco a cambio de resguardar la vida de tu hija —se aprovecha, con una leve sonrisa en los labios.
—15% —suelta un poco el nudo de la corbata.
—¿Vale tan poco la vida de tu hija? —le da un trago a su café, tirando un poco más.
—¿Cuánto esperas obtener? —le pregunta molesto, sabiendo que solo se aprovecha de la situación.
—40% es lo justo, mantener a tu hija con vida en una situación como ésta, no será nada fácil, tú qué llevas años de casado debes de saberlo mejor que yo.
Chris se molesta al escuchar su cifra y lo que insinúa, pero se pone a pensar si tiene alguna otra alternativa y no es así, por lo que no le queda de otra que sacrificar semejantes suma de dinero a cambio de la vida de su hija.
—Bien, acepto. Más te vale que sepas cuidarla, no la enamores y mucho menos la embaraces.
Lo señala esperando que cumpla con su palabra.
Se quedan un rato más en el lugar poniendo por escrito ciertos acuerdos, cláusulas y demás. Ambos se quedan con una copia y se lo envían al abogado para que lo redacte para mañana mismo, ya que luego de firmarlo harán la pequeña ceremonia donde esperan, solo estar los implicados Laura y Cris y nadie más.
En cuanto Chris llega a casa, ve a su esposa e hija sentadas en la sala conversando pasando un buen momento y es consciente que está a punto de arruinarlo, es el momento de contarle lo que está sucediendo o al menos en parte.
—Hola, amor, ¿cómo te fue hoy en el trabajo? —Laura se pone en pie y le da un beso.
—¿Te pasa algo papá? estás algo pálido —le pregunta preocupada.
—Está pasando algo serio, lo cual me ha llevado a tomar una decisión drástica, solo espero que ustedes puedan entender y me apoyen sobre todo tu Aimara.
Baja la mirada, sin poder ver a su hija a la cara.
—¿Qué es lo que sucede ahora papá? —lo ve asustada.
—Tu vida está siendo amenazada en este momento, no puedo dar detalles de ello por la seguridad de ambas, por lo que he tomado la decisión de que mañana se va a firmar un acuerdo prematrimonial e inmediatamente después… te vas a casar.
Le cuenta finalmente escuchando las infinidades de preguntas por parte de ambas. Espera que se calmen un poco.
—¿Te has vuelto loco papá? ¿Cómo es que me voy a casar? ¿Con quién? —vuelve a preguntarle colocándose frente a él, asegurándose que la escuche.
—Te vas a casar con George Damon.
—¿Con George? ¿Tu rival empresarial? ¿Acaso esto lo estás haciendo por lo que hice ayer en el almuerzo? Después dices que la inmadura soy yo, no estoy dispuesta a casarme con ese hombre, ya me quitaste lo que más amo, no voy a permitir que también me quites mi libertad.
—No tienes libertad en este momento, te casas con él o muy probablemente termines…
Chris no le es posible terminar la frase, la sola idea de que su hija termine muerta, hace que le robe el aliento, tiene que impedirlo a toda costa así la tenga que obligar.
—Esto solo es una treta más, has acabado con mi vida, al parecer es tu misión.
Aimara corre escalera arriba encerrándose en su habitación, mientras que Chris se sienta en el mueble apoyando su cabeza de sus manos, sintiéndose cansado, angustiado, tan solo espera estar tomando la mejor decisión.
—Ahora que estamos solos, ¿podrías explicarme qué te ha llevado a tomar esa decisión tan precipitada? —se sienta junto a él esperando a que responda su pregunta.
—Robert, él está en medio de todo esto, este acuerdo solo será por un año, mientras que resuelvo este problema. Lo siento si las defraudé, pero pienso que es la mejor alternativa para tener a nuestra hija a salvo.
Capítulo 46George, Marcus y Pietros llegan a Rusia junto a sus hombres de confianza causando gran revuelo en el país, alertando al gobierno y varios clanes propios del lugar. —Mi padre se encuentra en la casa, denme espacio, me gustaría primero hablar con él, ya mandé a varios de mis hombres a rastrear a mi esposa. George toma un par de armas, alistandose para un posible enfrentamiento, aunque sabe que sus hombres cubren su espalda.—Tu mejor que nadie sabes el modus operandi de tu padre ¿no tienes idea de dónde la pudo haber metido?Pietro le pasa un intercomunicador para estar siempre en comunicación. —Hay dos lugares en donde el acceso es extremadamente restringido, en cualquier momento mis hombres me estarán confirmando en cuál de los dos está. Marcus y Pietro aceptan. George se dirige a la casa principal, mientras que ellos esperan afuera listos para intervenir.George entra a casa de su padre, encontrándolo en la mesa del comedor almorzando tranquilamente. Algo extraño es q
Capítulo 45 La tensión en la sala de la familia Walker se puede cortar con un cuchillo. el sonido de unos pasos acercándose se escuchan en el lugar, Mía hace acto de presencia viendo con seriedad a su esposo e hijo con el ceño fruncido.—Sé que me ocultan cosas por mi estado de salud delicado, pero creo que es momento de revelarles un secreto.Se sienta frente a ambos que la ven confundidos, pero manteniendo la compostura, no desean que ella intervenga de ninguna manera en este conflicto.—Amor, dejemos que nuestros hijos luchen sus propias batallas —Gerard se acerca a ella tomando su cara entre sus manos—, no te preocupes.—¿Recuerdas el tiempo que estuve en casa de mis padres? —le pregunta a su esposo separándose un poco de él, necesita que la escuche.—Me mantuviste lejos de ti mientras moría por tenerte a mi lado —recuerda haciendo una mueca de desagrado.Mía ríe al ver el gesto en su esposo.—Lo cierto es que descubrí unas cartas de mi madre, que curiosamente, estaban dirigidas h
Capítulo 44George se dirige primero a casa de los Walker, se ha enterado que Chris se encuentra allí.En cuanto cruza la puerta principal se consigue a su suegro en la sala sentado con sus padres y sin importarle lo más mínimo el que no estuviese solo, le da en la mejilla con el puño cerrado. Gerard se pone de pie enseguida dirigiéndose a ellos para evitar que las cosas pasen a mayores, mientras que Mía se coloca las manos en la cara sorprendida. —Que sea la última vez que te metes en mi matrimonio y que utilices nuestros acuerdos en mi contra. Se un hombre de verdad y enfrenta las consecuencias de tus decisiones.La cara de George se torna roja, su respiración está acelerada por lo que su pecho sube y baja frenéticamente. Gerard le pide a la ama de llaves que se lleve a Mía al jardín y que le dé algo para sus nervios, no desea que ella se entere de la situación actual de Aimara.—No tengo ni idea de lo que mi hijo te ha hecho, pero no puedes llegar aquí haciendo todo este escánda
Capítulo 431 hora antes.—Señor, los rusos han entrado al país.Miguel levanta la mirada hacia él. El momento de actuar ha llegado.—Prepara a los muchachos, debemos ir por ella, no tardarán en actuar. Que un equipo la siga mientras el resto se dirige hacia allá. Los estaré esperando en la cabaña.Ordena poniéndose de pie y con él todo su equipo de seguridad.Todos los hombres de Miguel se mantienen en constante comunicación informándole de esa manera su jefe lo que está ocurriendo a cada instante. Miguel llega a la cabaña y tan solo espera que sus hombres sean lo suficientemente rápidos y diligentes para que su sobrina no salga lastimada en el proceso. —Señor, los hombres de Mauricio están en el lugar, intentan llegar a ella.Informa uno de los hombres.—Deja que los de seguridad de ella se hagan cargo de esa gente ustedes concéntrense en traerla aquí.—Si, señor.Miguel escucha atentamente las órdenes del que lidera aquella extracción los gritos de su sobrina ordenándole que la d
Capítulo 42«Auxilio, estoy en peligro. Nos están persiguiendo»Es el mensaje que le llega a Pietro de su sobrina, haciendo que salga de su despacho alertando a todos sus hombres al tiempo que activa a todo el equipo y se comunica con Marcus y George para ponerlos en alerta. —¿Recibieron un mensaje de Aimara? —les pregunta en cuanto ambos se conectan a la llamada.—Yo si, voy saliendo para allá —responde Marcus subiendo al carro junto a sus hombres.—A mi no me ha enviado nada —George sale de su oficina preocupado, se supone que Frederick lo mantendría al tanto.—¿Pasó algo entre ustedes? —indaga Pietro mientras se dirige en su moto al lugar que le indica el GPS.—Se enteró del acuerdo que hice con su padre antes de casarme con ella —responde molesto sabiendo que si ellos no hubiesen tenido aquella discusión quizás la cosa serían diferentes. —A mala hora se llegó a enterar —niega Pietro viendo a lo lejos a los rusos siendo doblegado por el equipo que estaba a cargo de la seguridad d
Capítulo 41 Horas antes —Señor, en una hora estaremos en tierras americanas —le informa su escolta personal. —Contacta a Mauricio, quiero saber en dónde está la chica y como haremos para llegar a ella —ordena un poco ansioso. Su escolta hace un leve asentamiento y se retira. —Estamos haciendo lo correcto —asegura Alexei notandolo dudativo. —Se que esto será un mal necesario, que sí no toma su puesto por las buenas, deberá hacerlo por las malas, solo espero que las consecuencias que esto traiga no vayan más allá de lo esperado. —Lo peor que puede ocurrir es que los tíos de la chica nos declaren la guerra y estamos más que preparados para eso, para cuando se den cuenta, estaremos en Rusia esperándolos. —Disculpe, señor, Don Mauricio nos estará esperando cuando aterricemos, entonces nos dará información, pero en este momento tiene a un par de hombres siguiendo a la chica. Informa su jefe para luego salir a ubicarse en su puesto ya que solo quedan unos pocos minutos para aterrizar
Último capítulo