Capítulo 53
El interior del jet privado clandestino temblaba ligeramente mientras atravesaba las nubes oscuras de la noche. Isadora estaba atada al asiento de cuero, las muñecas sujetadas con fuerza y los ojos rojos de rabia. Luchaba contra las ataduras, pero estaban demasiado firmes.
—¿A dónde me están llevando? —gritó, mirando a Ethan con desprecio—. ¿Qué quieres de mí?
Ethan caminaba de un lado a otro lentamente, las manos en los bolsillos de su pantalón negro, la mirada sombría y trastornada.
—Venganza.
—¿Venganza de qué? —replicó ella, sin entender.
—Tú y mi padre me traicionaron. Te acostaste con él... y además estás embarazada.
Isadora soltó una risa amarga, mirándolo con desprecio.
—¿Y tú eres algún santo ahora?
Cegado por la rabia, Ethan levantó la mano y la abofeteó.
—¡No hagas eso! —gritó Richard, sujetando su brazo y apartándolo de Isadora—. ¡Está embarazada, Ethan! ¿Has perdido la cabeza?
Isadora alzó la mirada, los ojos ardiendo de odio.
—No fue la primera vez que estuve