Capítulo 33
Al final de la celebración, el coche los llevó hasta la pista de aterrizaje privada de la familia Blake. El jet los esperaba. Isadora estaba silenciosa desde que subieron al vehículo. Ethan, por su parte, parecía satisfecho, aunque no expresara mucha emoción.
— Vamos al resort en Cancún. Pensé que sería un buen lugar para relajarnos —dijo él, mientras brindaban con champaña durante el vuelo.
Isadora forzó una sonrisa y brindó. El sabor de la bebida era metálico en su boca. Intentó concentrarse en el paisaje. Intentó olvidar los ojos azules que no estaban allí en el momento de la boda.
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El resort era deslumbrante. Bungalows aislados en la arena blanca, palmeras balanceándose suavemente con el viento, un mar azul turquesa que parecía pintado a mano. Isadora elogió el lugar con sinceridad; la belleza ahí era incuestionable. Tal vez, con suerte, pudiera usar esos días para reorganizar su alma.
En la suite decorada con flores blancas y velas perfumadas, Ethan la observaba mi