Capítulo 101
Al día siguiente, Scarlett despertó temprano, se cambió de ropa sola con orgullo y bajó las escaleras silenciosamente. Al llegar al comedor, encontró a su padre, su madre y sus abuelos reunidos en la mesa del desayuno.
—¡Buenos días! —saludó, yendo a sentarse animada.
Alexander sonrió al verla tan despierta y escuchó atentamente cuando ella preguntó:
—Papá, ¿puedo ir contigo a trabajar hoy?
Él frunció el ceño por un instante, pensando en la escuela.
—¿Y el colegio, mi querida?
—Hoy no hay clases.
La sonrisa volvió a su rostro.
—Entonces, claro que sí. Vamos a desayunar para salir.
Isadora observaba la escena con ternura, feliz de ver a su hija tan encantada con el mundo alrededor de su padre.
Alexander se levantó, tomó su maletín y fue al armario a buscar una chaqueta para la hija.
—Aquí tienes, princesa. Vas a estar preciosa para acompañar a papá hoy.
Scarlett sonrió, se puso la chaqueta, orgullosa, y tomó una bolsa.
Alexander ayudó a Scarlett a entrar al coche y la acom