Samantha no podía dejar de pensar en lo que acababa de descubrir. El peso de la responsabilidad que había caído sobre sus hombros era casi insoportable. Había pasado tanto tiempo buscando respuestas, y ahora, las respuestas la habían llevado a un nuevo camino lleno de más preguntas. No solo debía restaurar el velo, sino que también debía encontrar a aquellos que compartían su destino, a los que, como ella, habían sido tocados por el mismo poder ancestral que amenazaba con destruirlo todo.
El silencio que se cernía sobre el mundo parecía más denso, como si el aire mismo estuviera cargado con la presión de lo que estaba por venir. La oscuridad que había empezado a envolver el entorno en el que se encontraba se movía más rápido ahora, como una sombra que crecía con cada latido de su corazón. Las palabras de Alexander seguían resonando en su mente, y aunque sabía que debía actuar con rapidez, el miedo seguía creciendo dentro de ella.
"¿Dónde los encuentro?" había preguntado con determinac