Samantha despertó con una sensación de opresión en el pecho. El sol apenas se filtraba entre las cortinas, pero su mente ya estaba a pleno rendimiento, dando vueltas a lo que había sucedido en las últimas 24 horas. La llamada de Javier aún resonaba en su cabeza como un eco constante. ¿Qué tan lejos llegarían las ramificaciones de su familia? ¿Qué secretos tenía realmente Alexander Vaughn que podrían involucrarla aún más en este juego del que sentía que cada vez tenía menos control?
A pesar de la ansiedad que le invadía, su jornada comenzaba como cualquier otra. A las 9:00 am, se encontraba frente al escritorio de Alexander Vaughn, mirando las montañas de papeles que debía ordenar antes de la reunión con los directivos. Pero su mente no estaba allí, sino en las palabras de su tío. No podía dejar de pensar en lo que Javier había insinuado, en cómo había hablado de su apellido y del legado de su madre. ¿Qué le había sucedido realmente a su familia? ¿Por qué todo esto parecía estar entrel