Samantha se quedó en silencio por unos segundos, sus pensamientos girando descontroladamente. Las palabras de Alexander resonaban en su cabeza, pero no lograba encontrar sentido completo a lo que estaba sucediendo. ¿Cómo era posible que todo lo que conocía estuviera tan entrelazado con las sombras de Vaughn Enterprises? ¿Cómo podía su padre, alguien que siempre había visto como el pilar de su vida, estar involucrado en algo tan sucio? La confusión la embargaba, pero había algo más que la mantenía alerta: el conocimiento de que la verdad la había alcanzado de una forma que ya no podía ignorar.
Miró a Alexander, quien permanecía de pie junto a su escritorio, sin dejar de observarla. Había algo en su mirada que sugería que él sabía exactamente lo que ella estaba pensando. Había una calma perturbadora en su comportamiento, una que denotaba que había anticipado cada uno de sus movimientos. Como si la estuviera observando dentro de un juego que ya había comenzado mucho antes de que ella lle