Benjamín ya tenía todo listo para la llegada de su hijo y las fotos que quería tomar. Una decisión que había tomado sin su padre, pero que estaba seguro, le iba a encantar la idea.
Mientras él estaba como loco viendo su teléfono esperando la llamada de Valentina anunciándole que estaban por llegar. Valentina se encontraba frente a frente con su pequeño hijo, quien interrogaba impaciente a su mamá preguntando por su padre.
—¿Por qué se fue otra vez mamá? —Preguntó el niño, sentado en la cama, adormilado, estrujando sus ojitos.
—Tuvo que ir a la empresa mi amor…
—Pero prometió que no se iría —Cuestionó triste.
Valentina suspiro y se acercó, beso su frente suave.
—Podemos ir a verlo, ¿Qué te parece? —Propuso ella.
—¿No se molestará? —Indagó.
Pero feliz por la idea de ir a otro lugar y caminar a su lado.
—Claro que no mi amor te está esperando impacientemente. —Aseguró ella besando sus mejillas.
Con mucha alegría decidió llevar a su pequeño en brazos para que se aseara, entre risas, V