En el otro extremo de la ciudad…
un par de ojos fríos, observaba el edificio donde dormía Isabel.
Una voz modulada —femenina— susurró por un micrófono conectado a un auricular:
—Confirmado, señor. Andrei Volkner tiene los documentos que sospechaba guardados, en ellos… aparece su firma y sello.— le dijo por el altavoz la espía—Su principal objetivo es Lombardi quiere dejar que el baje la guardia.
Ethan apretó los puños con rabia y se odió asi mismo. ¿Cómo pudo hacerlo?¿Cómo pudo cometer semejante estupidez?
No la conocía y aún así hizo tratos con alguien para entregarla porque según él ella corría peligro y solo ese hombre podia cuidarla, pero estaba equivocado… Jareth Lombardi era el único que podia mantenerla a salvo, aún con toda su oscuridad, con todos sus defectos.
—Que hay de los otros dos, Ricardo y Celina —respondió con frialdad contenid desde el transmisor—. No actúes aún. Solo observa.
Quiero saber hasta dónde llegarán antes de querer arrancarle la cordura a Jareth y a mi.
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