🖋️ NARRADOR OMNISCIENTE
La tarde se había vuelto pesada, casi densa, como si el aire advirtiera que algo terrible estaba a punto de ocurrir.
Isabel avanzaba por el pasillo del hospital acompañada por Melek. Ella llevaba una mano sobre el vientre, intentando mantener la calma, pero el presentimiento era tan intenso que casi la hacía tropezar.
—¿Estás segura de poder caminar?— preguntó Melek, preocupada— No te ves muy bien.
—Sí estoy bien… solo quiero salir de aquí —respondió ella. Su voz sonaba firme, pero sus ojos estaban empañados por los llantos de antes. Aún escuchaba la voz de Samantha furiosa con ella y sabía que ella tenia la razón. Pero si ella podia salvar a Jareth con ese tonto compromiso, entonces lo haría una y mil veces más. Porque él era todo lo que importaba.
Teresa ya la esperaba afuera, junto al auto.
Pero lo que Isabel no sabía… es que alguien más también la esperaba.
Oculto entre dos vehículos, con una gorra oscura y un abrigo que no combinaba para nada con el clima