―Kalen…
―Soy un idiøta. ―Asintió. ―Siempre lo he sido y ese comportamiento dócil que conociste en el pasado no es mi verdadero ser. ―Resopló. ―Solo seguí comportándome de esa manera porque creí que al mostrarme como era en realidad tú no me aceptarías. ―Negó mirándola a los ojos y alterando todo en Ana. ―Necesito hacer como si nada pasó. ―Le pidió. ―Quiero que iniciemos de nuevo, que perdonemos y soltemos. ―Se acercó demás a ella, emocionando a la niña que los veía desde más allá. ―Soy un animal frío, arrogante, egocéntrico y narcisista que consigue todo lo que quiere, soy posesivo, territorial y un celoso compulsivo cuando se trata de ti, soy un imbécil que muere por recuperar lo que tontamente perdió. ―Acarició su mejilla. ―Soy ese que no descansará hasta recuperar esa confianza de la mujer que ama. Estoy dispuesto a sanar junto a ti por el bien de nuestra hija. ―Ana no podía ni siquiera respirar, ella se sentía tan abrumada por todo lo que él le estaba diciendo que apenas balbucea