―Pero amor…
―¿Solo eso pides para ser feliz y perdonarnos? ―Ana lo cortó.
―Sí, quiero tener a mi familia unida. ―La niña los miró con ilusión. ―Quiero ser normal como los demás niños. ―Ana miró a Kalen y sin pensárselo lo besó de tal manera que el hombre quedó anonadado y se vio obligado a corresponder. ―¡Mami! ―Stormi tapó su cara, pero dejó los ojos descubiertos entre sus deditos. ―¡Que besazo! ―Ana sonrió tirando de su hija y abrazándola.
―Haría lo que fuera por verte feliz, mi amor. ―Besó su cabeza mientras Kalen todavía intentaba procesar lo que había pasado.
―¿Tu corazoncito palpita? ―Miró a su padre con una sonrisa traviesa.
―No sabes cuánto. ―Susurró él todavía en una nube. ―¿Qué dices de dar un paseo los tres? ―Vio la oportunidad perfecta para sacar a Ana de la cama. ―Hemos estado separados por mucho tiempo, ¿No es hora de que el macho alfa lo haga todo por su familia? ―A pesar de que Ana estaba feliz porque su hija finalmente tiene al padre que tanto deseaba, se negó.