—¿Qué?
—Te fuiste. He notado que te vas siempre que menciono algo importante. ¿Vas a seguir jugando a ser mártir o vas a terminar lo que empezaste?
—No es tan fácil.
—Sí lo es. Solo hay que elegir en qué parte de ti quieres morir primero.
Ethan la miró. Y en esos ojos fríos, casi de reptil, vio el reflejo de lo que él mismo empezaba a ser.
«No puedo apagar lo que sentí por ella♦, se dijo en la mente con el pecho apretado.
Larissa se levantó del sofá, lo rodeó lentamente y susurró en su oído:
—Una de las claves para no sentir, es convertir el dolor en odio, darle la vuelta cuandos ienteas que va a comenzar a joder… Es decir, ir un paso adelante incluso en contra de ti mismo… Tu conta tú… Se trata de usar esa emoción a tu favor y en contra tuya. Algo dificil pero una vez que aprendes a manejarlo, ya no sientes nada, ni remordimientos.
—¿Usarlo?
—Convertí mi amor por Orestes en pólvora. Haz lo mismo con lo que sientes por Eirin. Déjala morir en tus manos. Y con esas mismas manos, destróz