Punto de Vista de Solana
No sé bien qué estoy haciendo, pero estoy absolutamente segura de que me importa este hombre. Y sé que descubrir que su hermana, la misma cuya muerte lo distanció de Fernando, en realidad está viva no será fácil de asimilar.
Tampoco fue fácil para mí.
Me enojé con Victoria después de que me lo contó. La llamé malvada y le dije que se perdiera. Luego me subí al carro y arranqué con rabia.
Pero la verdad es que no he dejado de pensar en eso. Toda la tarde ha estado rebotando dentro de mí, me traía mal. ¿Debería decírselo? ¿O no? ¿Es mejor dejar el pasado donde está, o Nicolás merece saber la verdad?
Apretó más fuerte el volante al mencionar a su madre, y aunque sus palabras sonaron tranquilas, pude sentir el cambio en él.
—Te llegó, ¿verdad? —preguntó.
—Sí. Me afectó.
Su mandíbula se tensó mientras exhalaba.
—Esa mujer es muy determinada. Solo tienes que poner a Fernando en una situación desesperada y empieza su campaña. ¿Te ofreció dinero esta vez? Le encanta re