CAPÍTULO 96. El secreto de la bóveda.
Capítulo 96
El secreto de la bóveda.
Diego avanzó por los pasillos de la mansión Herrera con las manos vacías y la mandíbula apretada, sintiendo cada paso como si pisara cristales. Había esperado años para tener esa llave en la mano y ahora, con Carlos en la comisaría, la puerta de la bóveda no tenía por qué seguir siendo un misterio.
La biblioteca del despacho parecía la de siempre: estanterías, un sofá de cuero, cuadros de la familia. Pero Diego ya había descubierto la bisagra escondida tras una fila de libros de derecho empresarial. La cerradura cedió con un pequeño chasquido, un sonido que para él fue como una campana que marcaba el inicio o el final de algo. Abrió la puerta metálica y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
Adentro, la bóveda olía a metal y a papel antiguo. Estantes con cajas selladas, carpetas encuadernadas con etiquetas, archivadores con doble llave. Diego dejó la llave original en la repisa y se agachó para sacar una caja marcada con la insignia privada del