CAPÍTULO 97. El precio de la verdad.
Capítulo 97
El precio de la verdad.
Gabriel salió del despacho como si alguien le hubiese encendido una mecha por dentro. La furia le quemaba las sienes, el pecho y las manos; era una furia antigua, rencor acumulado durante años en silencio, una lava que había estado aletargada hasta que Diego, con el sobre en las manos, la había sacudido hasta despertarla.
No pensó. No ordenó. Salió con la cadencia de quien tiene un objetivo y nada más.
El viento de la ciudad le pegó en la cara cuando arrancó el coche. La carretera fue una franja de luces y lluvia tenue; no le importó esquivar semáforos ni superar límites de velocidad.
Cada curva, cada acelerón, era un latigazo contra la memoria. Vio, por instantes, el coche de sus padres volcar en la curva; sintió los vidrios, el metal, el silencio después. Esa imagen ya no era un recuerdo abstracto: era una prueba, un corte preciso. El hombre que estuvo detrás de todo tenía un nombre y una cara que ahora ardían en su mente con la nitidez de la tr