CAPÍTULO 58. Rupturas y Renacimientos.
Capítulo 58
Rupturas y Renacimientos.
El día amaneció lluviosos y plomizo como un presagio de lo que estaba por ocurrir. Cuando la comitiva jurídica de Isabela cruzó el gran portal de mármol del Tribunal Superior de Justicia, ella sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo, sabía que su futuro se decidiría allí, y a pesar de que confiaba en su equipo, no podía evitar sentir ese temor.
En el interior de la sala, el eco de los pasos y murmullos se mezclaba con el sonido de los flashes de las cámaras que no cesaban de buscar un encuadre. La sala de audiencias era un espacio amplio, con techo de bóveda, bancos de madera pulida y un estrado elevado donde tres togados vestían el hábito negro de la justicia.
Al fondo, cerca de la puerta de salida, se encontraba Gabriel, aferrado al los reposabrazos de su silla de ruedas. A su lado, dos guardaespaldas discretos y una mesita con dos copas de agua. Gabriel permanecía con la mirada fija en la entrada de la sala, esperando el momento en que su esp