CAPÍTULO 210. La represalia de Carlos.
Capítulo 210
La represalia de Carlos.
La celebración duró poco más de lo necesario para apaciguar el miedo. Cuando las copas quedaron vacías y la música bajó, cada uno volvió a sus espacios con una sensación extraña: habíamos ganado algo, sí, pero el enemigo seguía suelto.
Mientras tanto, lejos del calor del penthouse, en el corazón del laboratorio, Carlos Herrera ya había decidido su respuesta. Esa noche, en su despacho, la botella de whisky apenas había sido tocada. No necesitaba emborracharse; quería planear. Quería que todo lo que se moviera en su contra sintiera de inmediato la presión de su mano.
Convocó a su equipo. Llegaron con pasos apresurados, como todos los que trabajan con miedo. Sus científicos, sus jefes de seguridad, los encargados de planta. Nadie sonrió. Nadie habló más de lo necesario.
—Ha sido un error dejar que ese intruso entre —dijo Carlos, sin alzar la voz—. Y los errores se pagan. Esta ha sido mi decisión, la acepto, y por ello he decidido actuar en consecuenc