CAPÍTULO 200. Exilio.
Capítulo 200

Exilio.

Había pasado mucho más de una semana desde que Teresa empezó a notar los movimientos internos, y aunque trataba de convencerse de que eran solo secuelas, el cuerpo no mentía. Su abdomen se redondeaba con una velocidad anormal. Intentaban ocultarlo bajo la bata blanca que le obligaban a usar dentro del laboratorio, pero el reflejo del vidrio era implacable. Algo crecía dentro de ella. Otra vez.

Las luces del laboratorio nunca se apagaban. No había noche ni día, solo un ciclo interminable de actividad, murmullos y órdenes en voz baja. Carlos Herrera lo controlaba todo desde su oficina en el extremo del pasillo. Nadie sabía con certeza cuánto dormía o si dormía en absoluto. Su obsesión lo mantenía vivo.

Julián notó el cambio también. No era un científico, pero conocía a Teresa mejor que nadie. Su forma de caminar había cambiado, más lenta, más cuidadosa. Su respiración también. Al principio pensó que era cansancio, hasta que la vio llevarse la mano al abdomen con
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App