CAPÍTULO 199. Marcas en el alma.
Capítulo 199
Marcas en el alma.
Teresa llevaba toda la mañana con la misma sensación extraña en el pecho, un latido que ya no era solo del recuerdo del bebé, sino algo nuevo, un pequeño movimiento que parecía vibrar bajo su piel donde creía que ya no había nada que mover.
Pensó que eran nervios, que el cuerpo reaccionaba todavía a la cirugía, a la anestesia, a la falta de sueño. Pero la sensación no cedía. Era un cosquilleo, luego un empujón, una presión sorda que parecía querer descender.
Se sentó con cuidado en la cama y llamó a la enfermera que estaba de guardia. La mujer entró con pasos apurados, una carpeta en la mano y la sonrisa profesional que ya no disimulaba del todo. Teresa la miró fijamente.
—Disculpa —dijo Teresa, sin rodeos—. ¿Por qué siento que algo se mueve dentro de mí? Como si... como si el bebé no hubiera salido.
La enfermera se quedó tiesa un segundo. Parpadeó, buscó palabras y negaba con la cabeza como para ganar tiempo. Por primera vez la sonrisa se le quebró.
—M