CAPÍTULO 177. El juego de las lealtades.
Capítulo 177
El juego de las lealtades.
El reloj marcaba las once treinta de la noche, todos seguían trabajando ajenos al tiempo en que se habian dedicado a conseguir mas pruebas. Sin embargo, la urgencia había vuelto a convertir la intuición en desvelo.
El penthouse, ahora con las persianas cerradas y luces estratégicamente encendidas, se encontraba en desorden, debido a la cantidad de documentos regados sobre la mesa. El equipo se dividió sin quejas; era una medida práctica para avanzar en diversos ángulos, una forma de multiplicar la vigilancia y, a la vez, distribuir la responsabilidad.
Gabriel e Isabela se quedaron con la parte legal. Debían revisar juntos los testimonios, ordenar documentos que debían presentar en la fiscalía y preparar posibles defensas.
Julián y la fiscal Duran se encargarían de los enlaces institucionales, de hablar con directivos del hospital y de poner presión donde hiciera falta.
Diego y Silvio, ambos a regañadientes les tocó aceptar que trabajarían juntos