CAPÍTULO 143. La trampa de la abstinencia.
Capítulo 143
La trampa de la abstinencia.
El refugio había dejado de ser un escondite para convertirse, en cuestión de horas, en una sala de urgencias improvisada.
Sobre la mesa central, entre mapas doblados y algunos documentos, yacía la bolsa con los últimos sueros que les quedaban, escasos, insuficientes para mantener a Elena con vida.
El debate se abrió como una grieta en medio del grupo. Cada palabra era una piedra que rodaba y amenazaba con aplastarlos.
—No podemos quedarnos de brazos cruzados —dijo Gabriel, sin alzar la voz, como si gritara con la mandíbula apretada—. No puedo permitir que Elena regrese a las manos de Carlos Herrera y ese maldito infeliz la vuelva a meter en una jaula como su rata de laboratorio.
—¿Y qué propones? —replicó Julián, con la calma fría de quien mira números y probabilidades—. Porque si la mantenemos aquí sin el jodido fármaco en menos de veinticuatro horas hablaremos de falla multisistémica. Eso no es una hipótesis; es lo que el maldito acaba de de