CAPÍTULO 142. Un rescate incompleto.
Capítulo 142
Un rescate incompleto.
El equipo regresó al refugio con la sensación de haber arrastrado la noche encima. El motor del vehículo se apagó y el silencio los devolvió a una realidad fría. Gabriel entró primero, con Elena entre los brazos; su paso era el de alguien que se ha superado su límite y que, aún así, no puede permitirse caer.
El cuerpo de Elena estaba pesado, húmedo de sudor frío, la piel translúcida bajo la luz amarilla del pasillo.
—Rápido —dijo Teresa, ya en la casa segura con una bolsa de sueros preparada—. Coloca la mesa, consigan mantas. Hay que estabilizarla.
Todos se movieron con la mecánica precisa de quienes han practicado rescates menores, pero ninguno estaba preparado para lo que vino después.
Gabriel dejó a Elena sobre la cama, su cabeza ladeada en la almohada como si hubiera perdido la geografía del propio cuerpo. Sus ojos estaban entreabiertos, el iris vidrioso; el monitor portátil que Silvio trajo consigo marcaba un pulso irregular, a ráfagas, como s