CAPÍTULO 86. Huellas en la red.
Capítulo 86
Huellas en la Red.
La lluvia había pegado contra los ventanales del penthouse durante toda la noche, un tamborileo constante que parecía medir cada respiración de la casa. Por la mañana, la ciudad estaba difusa, empañada por la cortina de agua; solo los destellos de neón se resistían a apagarse.
Gabriel atravesó el dormitorio en silencio, llevando una bandeja con café humeante, tostadas y un pequeño plato con frutas. El gesto era sencillo, casi doméstico, pero para Isabela, que había pasado noches enteras entre papeles y llamadas, fue como ver un faro en medio de la tormenta.
—Te traje el mejor café que conseguí en la despensa —dijo él con una sonrisa que trataba de no mostrar su cansancio—. Aun si esta mañana se siente como cualquier otra, la vamos a arrancar con algo bueno.
Isabela lo recibió entre las sábanas, el pelo recogido a medias, la mirada aún marcada por la vigilia de las noches pasadas.
Tomó la taza con manos todavía firmes por la tensión y dejó que el vapor