Kate se mantuvo tranquila encima del regazo del alfa. Por momentos su vista se nublaba, pero se obligaba a mantenerse cuerda por el bien del plan que habían trazado. Aun si no había tragado el vino directamente, su saliva se había mezclado y esa sí la había llevado a su interior por lo que ella estaba también siendo afectada por el efecto de la cápsula. Pero no le importaba porque el objetivo también había sido afectado.

El alfa comenzaba a mostrar los primeros síntomas de que a él también le estaba haciendo efecto, como el cambio en el color de sus orbes. Donde el dorado de su interior se estaba volviendo opaco y sus párpados parecían pesados. Era un preparado de rápido efecto por lo que en solo minutos él perdería completamente la consciencia.

Kate dejó que las manos de este recorrieran su cuerpo, apretaran su cintura. La erección dura que antes estaba presionando el sexo de ella se mostró perdiendo fuerza disminuyendo lentamente.

La loba lo abrazó dándola masajes sobre los hombros,