La pequeña loba que casi estaba a punto de cumplir 18 años corrió hacia su hermana y la abrazó. Asya le devolvió el abrazo sumamente preocupada. Que el alfa la hubiera mandado a buscar justo cuando ella estaba a punto de cumplir su mayoría de edad no pronosticaba nada bueno. Su cuerpo se tensó y sintió que debía proteger a su hermana, aun si tenía que enfrentarse al alfa, aunque era más fácil decirlo que hacerlo.-Ya sabes que tu hermana está aquí mi querida reina- Asya escuchó la voz del alfa que estaba cargada de…-¿Por qué mi hermana está aquí?- ella preguntó con cuidado.Byron alzó una ceja.-Pues quería que ella te visitara- él sonrió ampliamente- Y que te ayudara a cuidar al cachorro que vas a llevar en su barriga, así de simple.Los ojos de Asya se abrieron y brillaron, aunque no lo podían enfocar.-Alfa, sabe de lo que está hablando.Este se acercó a ellas haciendo que estas retrocedieran.-Claro que sé lo que habló. Estoy cansado de que todos estén diciendo que no tengo el va
Las manos de Ilayen se apretaban tanto que sus nudillos se habían vuelto blancos. Sus garras hasta dolían en sus palmas queriendo desenfundarse por completo-Si todo va bien será por muy poco tiempo- el lobo apretó los labios - ¿cuánto tiempo estuve durmiendo? Maldición debía haberme despertado antes, no es tiempo de estar descansando ¿Qué te ha informado ella?Seth se sentó en la cama frente a él.-la verdad es que todos estábamos preocupados porque… usted estuvo dormido por dos días. Por el tiempo y después de tener relaciones supuse que usted pudo haber tenido aún tipo de celo, quizás el primero por eso su etapa de letargo duró tanto.El semblante de Ilayen casi palideció. Dos días, dos días completamente ido, cuando… cuando…-Pero es un alivio que ya esté despierto. Kate tiene todo preparado, esta noche donde el alfa la convocará pondrá en marcha el inicio del plan. Despertó a tiempo porque lo demás está listo para llevar a cabo el plan.Ilayen asintió con la cabeza apretándose el
Lena caminaba sumisa en sus pensamientos de un lado a otro sin un sentido fijo. Su rostro estaba sombrío y miraba sus pies con cada paso que daba. Sentía su pecho abatido y el puchero en sus labios cada vez se hacía mayor, pero su expresión se iluminó de pronto al escuchar unos pasos detrás de ella y reconocer ese olor.Al momento se giró mirando la figura alta y esbelta que avanzaba hacia ella amarrándose el cinturón cubriendo el torso desnudo que era más amplio y definido de lo que muchos recordaban tras él irse. Se quedó sin aliento. Antes lo había podido ver de reojo durante el banquete, pero no por mucho ya que a la mayoría de los esclavos no se les permitía estar mucho tiempo adentro. Pero ahora, mientras más se acercaba podía divisar todo lo que había cambiado y se veía realmente guapo. Tenían aún esa aura de lobo joven, pero con un cuerpo más desarrollado y adulto. Inconscientemente se relamió los labios.Fue entonces que su mirada captó entonces las ligeras marcas de besos y
Asya salió del estudio del alfa al menos una hora más tarde y estaba pálida. Tanto que sus ojos nublados casi parecían brillar. A su lado y caminando aguantándola del brazo se encontraba su hermana. Esta no parecía estar en mejor condición. Más bien, las dos podían estar juntas, pero estar junto al alfa las había drenado por completo, y Sarya no podía dejar de pensar que desde el momento en que los guardias se habían aparecido en la puerta de su casa, agarrado de los brazos sin dejarle protestar y llevaba hasta donde estaba el alfa, algo no iba a estar bien. Y no se equivocó. Ahora ambas estaban en una delicada situación.Lena fue hacia ellas, pero tres guardias le cortaron el camino impidiéndoles acercarse.-Las llevaremos al pabellón y allí esperaran hasta que el alfa las llame de nuevo.Sarya, sujetando con más fuerza a Asya se apretó a ella y les gruñó cuando los soldados extendieron sus manos hacia ellas, pero el gruñido de Asya fue más fuerte.-No se atrevan a tocarnos- normalme
Asya dudó un poco.-Al parecer no es algo seguro. Las esclavas que no toman el medicamento no han terminadas preñadas pero el alfa no las anuda, pero él si nos anuda a nosotras y el riesgo de quedar embarazas en mucho más grande. Así que nos tomamos eso y evitamos salir embarazadas.-En caso que lo estuvieses… tendrías un aborto al momento- se cubrió la boca- ¿No es doloroso?Asya asintió.-La primera vez pensé que algo había salido realmente mal. Incluso sangré. Pero después es más tolerable. Duele menos con cada toma.-¿Y no tiene otros efectos?-le pregunté a la reina que los crea y ella de momento dice que no. Asi que solo queda esperar.Sarya se quedó pensativa.-¿Piensas tomar el medicamento ahora?Asya apretó la bolsa en sus manos.-Si lo hago… sería tu vida la que quedaría en peligro- Asya tragó en seco- No deseo que te haga daño.Sarya sonrió y apretó sus manos de forma cariñosa.-Por mí no tienes que preocuparte, ya hiciste mucho por mí. Solo debes decir que tu cuerpo lo r
Kate se miró en el espejo analizando su aspecto. Esa noche se había arreglado de más. Su maquillaje impecable, su cabello recogido en un peinado que fácilmente podría ser deshecho ya que al alfa le gustaba tirar de este al punto que podía quedarse con puñados en sus manos y tirarlos de lado como si no doliesen nada. Sus mejillas con colorete rosado dándole un aspecto más lozano, unos labios rojos escarlatas muy brillantes y que sabía que le gustaba a su pareja.Su túnica, dejaba ver todo el centro de su pecho y era de una tela muy fina y transparente, donde solo un pequeño vestido ajustado podía ocultar la desnudez. Realmente se notaba para lo que estaba dispuesta y es que esa noche ella tenía un plan.Su sonrisa apareció en su rostro cuando su puerta fue tocada.-Primera reina, el alfa aceptó su solicitud para atenderlo.-Gracias- respondió ella ajustándose mejor la túnica y dando una mirada al espejo- Lo estaba esperando- agarró el pañuelo encima de la mesa con una pequeña cápsula q
La primera vez que la vio se quedó fascinado.Que bien olíaFue el pensamiento que tuvo Ilayen al ver a la loba que se convertiría en una de las tantas esposas de su padre, el actual alfa de la manada. Era la primera vez que alguien como él, todavía considerado un cachorro a sus 16 años había sentido algo tan delicioso que hacía que su cuerpo temblara y su boca salivara.La loba caminaba por el medio del pasillo, cubierta por un manto blanco que cubría gran parte de su cuerpo, pero que para él… no ocultaba nada. Aun cuando era joven era mayor que él. Con la edad suficiente para entrar en el harem de su padre donde su principal función era satisfacer el gran alfa.Pero a diferencia de otras veces esa idea no le gustaba nada. Cada fibra de su cuerpo dictaba que corriera y arrebatada la loba del lado de su padre y la hiciera suya. Más él no podía.Ella ahora tenía un dueño.Sin embargo, el destino siempre jugaba las cartas como quería y sus caminos se volvieron a encontrar un año más tar
Ilayen atravesaba el pasillo donde los cuerpos estaba desparramos de un lado a otro. Los cuerpos de lobos desgarrando y otros abriendo el camino para él. Los bordes de su túnica abierta estaban manchados de sangre de aquellos que se le habían opuesto, al igual que sus manos con sus garras desenfundadas.Él era más fuerte que todos ellos. Los genes alfas palpitaban en su interior y tras haberse manifestado los había desarrollados con un solo objetivo. Volver y tomar el lugar que le correspondía en la manada. Como el alfa absoluto de esta.Solo faltaba una cosa. Ya tenía el control de la manada, los demás lobos lo habían reconocido como el hijo del alfa actual y no habían puesto resistencia, años de sufrimiento y sumisión los había marcado al punto de desesperarlos por otra alternativa, por un nuevo camino. Sin embargo… él no tenía tan buen corazón como parecía tener. En su mente solo giraban dos cosas.Matar y vengarse. Y no a la misma persona.Con solo pensarlo apretó sus dientes y su