Ilayen apenas podía concentrarse en su entrenamiento. Recibía los golpes de parte de Seth y los esquivaba, pero no atacaba, más bien estaba perdido en sus pensamientos y solo esperaba que los minutos pasaran y que el sol se ocultara.
-Alteza- Seth se detuvo en medio de una patada que iba directo al rostro de este y que parecía que no la esquivaría- ¿Se encuentra bien?
Ilayen asintió.
-Seth, tomabas algo para tratar su insomnio cuando eras más joven.
El lobo más joven asintió y se movió para buscar una toalla para él y su superior.
-Una esclava de aquí solía prepararme unas galletas de arroz con tila y lavanda. No eran muy dulces por lo que me ayudaban a dormir. ¿Tiene problemas para dormir?
-No yo- y no dijo más, pero notó que Seth se dio cuenta al momento. No podía ocultarle nada.
-¿Desea que le prepare algunas para esta noche.
Ilayen le sonrió.
-Sabes que no tengo que decírtelo. Te lo agradecería- Ilayen se sintió un poco más aliviado de saber que algo podría ayudarla a dormir, aun