Mundo ficciónIniciar sesiónLa gran mesa de caoba del comedor resplandecía bajo el fulgor de decenas de velas en candelabros de plata, proyectando destellos danzantes sobre la vajilla de porcelana fina y las copas de cristal tallado. Lady Whitcombe presidía la velada con su acostumbrada elegancia hierática, una anfitriona perfecta en medio de un selecto grupo de vecinos influyentes de la campiña y de dos invitados de notable interés, recién llegados de Londres: Sir Henry Chalmers, un viejo amigo de Lord Whitcombe cuyas conexiones en los pasillos del Parlamento eran bien conocidas, y un hombre de modales suaves y ojos perspicaces, Monsieur Duval, un comerciante francés naturalizado inglés cuya sola presencia, inusual en aquellos tiempos de tensión, despertaba susurros cautelosos entre los criados.
Eleanor, sentada en un lugar estratégicamente delicado entre Lord Ash







