POV: Liam
Manhattan. Oficina Ejecutiva – Macmillan & Walton. 22:10 p.m.
—¿Ethan Marshall?
La voz de Olivia apenas fue un susurro. Pero en la sala, bastó para que el aire se congelara.
Yo asentí en silencio, sin apartar los ojos de la pantalla. Lo que teníamos frente a nosotros era más que una sospecha. Lucas Cargill, operando desde una consola aislada, acababa de interceptar una cadena de comunicaciones internas que apuntaban directamente a uno de nuestros hombres de más alto rango.
Y todo cuadraba: las autorizaciones firmadas con su clave digital, las rutas de acceso abiertas a documentos clasificados, la misteriosa protección a Samuel Weiss. Todas las pistas, los cabos sueltos que llevábamos semanas tratando de atar... llevaban a él.
—Llevamos todo este tiempo buscando una fuga por debajo —dije, con un tono seco—. Y resulta que la traició