Mundo ficciónIniciar sesiónLa luz tenue de la lámpara iluminaba la estancia, bañando el estudio en un resplandor cálido, suave. El aire parecía cargado, pesado, como si el espacio mismo estuviera esperando algo. O más bien, alguien.
Me apoyé contra la puerta, observando a Liam en el centro de la habitación. El traje de ejecutivo ya estaba deshecho, la chaqueta colgada sobre una silla y la corbata medio deshecha. Los botones de su camisa estaban desabrochados, y su mirada, fija en la ventana, reflejaba esa mezcla de frustración y cansancio que ambos compartíamos.
—¿Vas a quedarte ahí toda la noche? —preguntó con un tono bajo, sin apartar la vista.
Mi garganta se tensó. Sabía que había mucha historia entre nosotros. Sabía que las palabras a veces no eran suficientes. Habíamos estado en guerra cont







