(POV Olivia Walton)
—Tú sabías todo esto… —dije en voz baja, temblando por dentro—. Y aún así lo permitiste.
El despacho de mi padre olía a madera vieja, a poder rancio y a traición. Las persianas medio bajadas dejaban pasar la luz justa para que todo se sintiera más oscuro. Como él.
Benjamin alzó la vista de sus documentos como si mi voz fuera una molestia. Llevaba ese aire de superioridad que siempre lo había rodeado como un escudo invisible.
—Ten cuidado, Olivia. No sabes de qué hablas —respondió, frío, calmado.
—Sé exactamente de qué hablo. Sé lo que hiciste hace cinco años con los contratos de BlueShield. Sé que manipulaste la venta de acciones en Hamilton Biotech para beneficiar a los Kirklan