Mundo de ficçãoIniciar sessãoSophie sintió cómo se le helaba la sangre. Los documentos estaban fechados más de diez años atrás: Proyecto de adquisición. Propiedad ubicada en el distrito residencial 4. Vía indirecta: préstamo hipotecario y ejecución controlada. Había firmas, sellos bancarios. Y en la última hoja, un nombre en mayúsculas: Charles Blackwood.
El aire pareció abandonarla. Retrocedió un paso, cubriéndose la boca con una mano. Todo giró a su alrededor. La ruina de su abuela. La pérdida de la tienda. Las deudas. Todo lo que había marcado su vida. Y él… él lo sabía.
El clic del picaporte la sacó del trance. Damien entró. Llevaba la camisa abierta, el cabello húmedo y esa mirada impenetrable que siempre lo hacía parecer inalcanzable.
Pero al ver la carpeta abierta sobre el escritorio y el temblor e






